Los días de lluvia
Déjame
El descenso
Descendí hasta el fondo oscuro
intentando encontrar el principio
de las voces que guiaban mi camino,
de los seres que dibujaban mi sino.
Solo me rodeaba la oscuridad
susurrandome palabras sin sentido,
llevandome a la locura
de morir sin haber vivido.
Llegué al fondo de mi ser,
a las entrañas de mi corazón corrompido,
y vi que allí
todo estaba vivo.
Vuela
Vuela, explora un mundo nuevo
descubre sus ocultos misterios
y de sus encantos embriágate,
tienes el alma del guerrero,
tienes el poder del conquistador.
En tu mirada se oculta la fuerza,
en tu pecho se oculta el valor,
no pienses más en lo que dejas,
enséñales la extraña grandeza
que guardas en tus profundos adentros.
Vuela, cumple todo tus sueños,
yo te espero en el fondo del abismo,
en nuestro pequeño rincón.
Vuela, no tengas miedo,
yo te espero en tus recuerdos.
No tengas miedo
Recorre cada rincón de mi cuerpo,
empápate de mi dulce esencia
mientras me envuelves con tu calor.
Bésame durante toda la noche,
fundámonos en un solo ser
para ascender a lo más alto,
acariciemos las estrellas
con la fragancia de nuestros besos.
Déjame mostrarte con todo mi ser
en la intimidad de mi oscuro deseo
de qué están hechos los sueños.
La falsa moneda
El último instante
Un solo ser
Lo único que queda
Primera tormenta del invierno
太陽セット、
沈黙は、拡大します
雷が爆発。
Eclipse
A veces...
una hoja arrastrada por el mundo
sin destino ni rumbo.
A veces soy una pequeña parte del desierto,
un granito de arena entre un millón
insignificante y desconocido.
A veces soy una pequeña parte de la tormenta,
una gota cayendo al abismo
que nada más nacer ya conoce su sino.
El sueño del viento
era hija de una corriente que se elevaba
y me llevaba a contemplar
de un muerto el nacimiento.
Flotaba entre brisas con distintos sabores
que del miedo, del amor, de los sueños, hablaban,
y que me llevaban a algún lugar del oscuro cielo.
Soy la hija abandonada de la luna,
que en las noches más oscuras quiere ser aire,
aire en movimiento que libera e impulsa
a seguir amando aquello que detesto.
Caí en el abismo de los sueños rotos,
desperté de nuevo presa de la tierra,
que lo mismo que mata alimenta,
presa de la gravedad que nos retiene,
y cerré los ojos para soñar de nuevo
que era la niña perdida del viento.
Una nueva mirada
Quisiera...
Quisiera tener tus ojos posados en mi espalda,
sentirlos acariciarme y empaparme de tu magia.
Me gustaría sentir el calor de tus labios
sobre mis labios sedientos de tu aliento,
sobre mis dedos dibujando su contorno.
Quisiera tener una porción de tus soñadores pensamientos,
ser un hada intrusa escondida en una ilusión,
una niña que durmiese en un pequeño rincón de tu corazón.
En algún lugar...
A ti
Descarga sobre mí tu dolor
y ve en su busca.
Yo nací un día extraño
para llegar a encontrarte,
para ser una compañera de viaje.
Descarga sobre mí tus preocupaciones
y corre tras ella.
Yo sufriré un corazón maltrecho,
aliviaré con mi voz tus pensamientos
para ver una vez más tu sonrisa.
Descarga sobre mí tus temores
y bésala en los labios.
Yo seré tu fiel compañera
de penas y alegrías.
Sonreiré a tu lado en tus felices días,
enjugaré tu llanto en tus agonías.
Descarga sobre mí tus dudas
y dame un último abrazo
que me permita seguir con vida.
Sonríe
deja que limpie tu dolor y tu alma.
Sonríe cuando el mar bañe tu cuerpo,
deja que borre las ocultas cicatrices de tu ser.
Sonríe cuando la luna ilumine tus ojos,
deja que espante los dolorosos sueños.
Sonríe cuando la oscuridad se apodere de tu mente,
deja que oculte los miedos que quieren corromperte.
Sonríe... sonríe cuando yo te mire,
porque cuando sonríes todo recupera su sentido.
El ascenso del ángel
El ángel se arrancó sus alas de terciopelo negro para dárselas. Era lo último que podía darle para que fuese feliz. Ya nada importaba, solo que ella fuese feliz. Miró el mundo en ruinas a su alrededor y eso le dio fuerzas para romper el último hueso que aún unía el ala a su cuerpo.
La creación perfecta era hoy el décimo círculo del infierno, por el que todos los inocentes han de pasar antes de ser condenados. Todo cuando habitaba en él estaba corrompido excepto ella. En la Tierra solo quedaba hambre y miseria, dolor y sufrimiento pero él conseguiría que su amor volase libre, descubriese el paraíso que no podía darle y que los dioses disfrutasen con su sonrisa. Quebró el último hueso y todo su mundo comenzó a romperse. Nunca más besaría sus labios de ambrosía, nunca más volaría a su lado... pero todo tenía sentido porque ella era ahora un ser divino, ella sería ahora feliz.
La vio volar, escapar de la muerte en vida que era vivir en la Tierra y, en su dolor, el ángel sintió paz. Ahora todo era como siempre debió haber sido. Cayó al suelo, sin fuerzas, y sonrió al pensar en su pequeña aeronauta. Por fin, había podido huir de su infierno.