Un solo ser

Con la caricia de sus dedos
despierta mi fuego interno, 
despiertan mis sentidos
y vuelvo a sentir en mí la vida. 

Con el roce de sus labios
conecta nuestra alma, 
vuelven a reunirse los pedazos
del ser que al nacer 
en dos cuerpos fue separado. 

Con la unión de nuestros cuerpos
nos fundimos en uno de nuevo, 
yo me voy perdiendo en sus ojos, 
y él me hace suya por completo. 

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