Ayer sus besos sonaban a ausencia,
sus susurros se veían tristes
y sus ojos sabían a olvido.
Ayer sus caricias eran azules,
mis cabellos teñían de lágrimas
y mis mejillas de ardor frío.
Ayer nacía el alba en su lejanía
y, sin embargo hoy, nace la luna
en su pecho sombrío.
- Google Buzz
- Orkut
- Stumbleupon
- Delicious
- Bitacoras
0 comentarios:
Publicar un comentario